Las cartas están sobre la mesa. La apuesta lanzada por Málaga hacia la cultura es una realidad; una apuesta que busca posicionar la marca Málaga en el mapa cultural nacional e internacional; una apuesta que anhela convertir a una capital denominada de «provincias,» en un referente museístico; una apuesta centrada en un modelo de marcas internacionales «franquiciadas», que por fin camina solo…
Pero realmente, ¿ya esta todo hecho?
La respuesta evidentemente es NO.
Es ahora cuando de verdad se empieza a jugar la partida y los participantes se ponen manos a la obra. Es ahora cuando tenemos que hacer bien las cosas, y poner en práctica los conocimientos y conclusiones adquiridas de errores pasados (otros museos, otro proyectos culturales…), es ahora cuando los planes estratégicos diseñados se han de llevar a cabo; es ahora cuando los planes de marketing operativos deben ponerse en práctica; es ahora cuando el mundo Social Media deben hacer hablar y escuchar a cada elemento del tablero…
El sector cultural y mas en concreto el museístico, se ve abocado a renovar los antiguos modelos de gestión cultural, en aras de la búsqueda e integración en la profesionalización y orientación empresarial; sin perder por supuesto el foco en la identidad y razón de ser, en el sentir del discurso narrativo e intelectual; pero con un nuevo prisma, que busque la consecución de objetivos económicos y de marketing; y por tanto el retorno de la inversión publica y privada.
El marketing aplicado a la cultura o marketing cultural, es la herramienta de gestión empresarial necesaria para diseñar y aplicar estrategias y políticas de promoción, comercialización, difusión, comunicación…tanto en el entorno off line como en el mundo digital, para que de este modo, contribuyan directamente a la consecución de los objetivos marcados en el Plan de Marketing Anual, e impacten, positivamente, en la cuenta de resultados y en todos los stakeholders (ciudadanía, empresas y sector publico/privado, empleados, proveedores y en definitiva a toda la sociedad) .
Aún así, todavía hay mucho que se preguntaran, ¿pero por qué?.
Porque es la única manera de hacerlo profesionalmente, la única manera contrastada, la manera metodológicamente correcta, el único camino que hará que las industrias culturales, se centren en la búsqueda y captación de nuevos públicos o audiencias, en la persecución y generación de visitantes y de ingresos, el camino por el que se desarrollará una marca sólida, vertebrada y con razón de ser; la manera de alinear a toda la institución, a todos los agentes integrados (público/privado), a todas las áreas y departamentos, a todos los recursos económicos y humanos, en una única y misma dirección.
Un modelo de trabajo que lleva desarrollándose con éxito desde finales de los años 70 en instituciones museísticas en Estados Unidos, y posteriormente en diferentes partes del mundo, con resultados muy satisfactorios, y que a largo plazo «crea» instituciones e industrias culturales autosuficientes, orientadas 100% al cliente, sin perder su identidad y razón de ser: el fomento de la cultura.
En definitiva, debemos ser conscientes que el marketing es una disciplina, una ciencia, una metodología…que se aplica a cualquier tipo de sector, del político al cultural, de servicios al tecnológico o industrial…el marketing se aplica en cualquier modelo de negocios, desde un museo a una tienda de barrio, de una multinacional a una start-up…
Pero este es otro tema que os contaremos con más detalle en el próximo capítulo.
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